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La columna del Agente Verde
El Agente Verde es, ante todo, un furibundo hincha de Ferro.
Su velocidad de desplazamientos y su aguda perspicacia lo llevan siempre al lugar indicado en el momento más preciso, aunque nadie lo llame. Rápidamente toma nota de todo lo que escucha para, de inmediato, ponerlo a disposición del pueblo verdolaga sin el más mínimo temor a herir susceptibilidades. El Agente Verde es despiadado, no sabe de conmiseraciones y mucho menos se detiene ante nadie: todo lo que sabe lo volcará de ahora en más en esta, su columna. |
19-11-2004
INSTITUCIONAL - Defensores de pobres
El Agente Verde golpeó la puerta y dijo: "Permiso, Margarita, sé que
estás ocupada, pero te quiero hacer una consulta importante". La doctora
Braga, jueza en lo Comercial de la Nación, responsable del expediente sobre
la quiebra de nuestro querido Club Ferro Carril Oeste, no lo dudó un instante:
"Pasá, Agente, pasá", respondió, mientras despejaba de su escritorio una serie de papeles de poca
importancia.
El Super Héroe de Caballito venía de captar en uno de sus vuelos
rasantes por los Tribunales una información alarmante, irritante, espeluznante,
al punto que lo llevó a consultar en persona a la señora jueza. Hombre de
pocas palabras, el Agente Verde acomodó su capa en el respaldo de la
silla y fue directo al grano: "Margarita, decime. ¿Es cierto que hay gente que
se dice hincha de Ferro y anda pidiendo el desagravio de un ex tesorero
que lejos estuvo de velar por las finanzas de nuestra gloriosa institución?".
"Efectivamente, querido Agente. Consta en mi expediente una nota firmada por un grupo
de personas que se deshace en elogios para con Isidro Osvaldo
Cabral, ex tesorero del club, expulsado del mismo e investigado penalmente junto
al señor Marcelo Corso, a la sazón ex presidente de tal comisión
directiva, por irregularidades diversas en su gestión".
El super héroe verdolaga, a pesar de que nada de lo que últimamente
ocurre en Ferro puede sorprender a nadie, aparentemente esbozó un rictus de
incredulidad. Fue entonces cuando la doctora Braga, siempre tan formal, pareció enojarse. "Disculpame, Margarita -la tranquilizó el Agente-. Lo
que pasa es que me gustaría saber quiénes son, con nombre y apellido, los
que ignoran que si Ferro llegó adónde está no es precisamente por las
buenas artes ni la competencia de sus dirigentes". La jueza no lo dudó y
entresacó de la parva de documentos que lucía sobre su escritorio un par de
hojitas con una larga lista de nombres.
El Agente Verde, super héroe de Caballito, no puede más que ofrecer
la misma a sus fieles lectores, que seguramente querrán estar al tanto
acerca de quiénes siguen apoyando al ex tesorero del club a pesar de
que con su firma se fueron al exterior un millón y medio de dólares sin que ninguna
comisión directiva decidiera tal movimiento. Una aclaración: donde se lee
"Reynaldo Nacarato", debe tenerse en cuenta que se trata de quien, integrando
una comisión asesora conformada por su Excelentísima Señoría, el
intachable doctor Rodolfo Herrera, recomendó la aprobación del contrato que unía
a nuestra ponderada institución con la empresa del
gerenciamiento del fútbol, vínculo tachado de nulidad por la magistrada Braga en virtud de sus cláusulas
abusivas.
Ahora sí, amigos del Agente Verde. Estos son los demás amigos del
señor Cabral:
ARNOLDO BONDAR, REINALDO NACARATO, AIDA RAINA, JOSE SERRAGO, OMAR TORRES,
ANGELA DE BONDAR, FERNANDO FALANGONE, MAZZINI, EDUARDO THOMPSON, CARLOS
MENENDEZ, BEATRIZ MENENDEZ, CARLOS E MENENDEZ, VICTOR MENENDEZ, DIEGO
RICCARDI, RICARDO VARELA, JOSE STAGNETO, CAROLINA MENENDEZ, ELISA LAURREGE,
HORACIO KUJICTEK, DANIELA REBOLLO, CECILIA LUX, JUAN PINGHIRUE, MARTA MORALES,
RAUL TAUZ, ANIBAL GARCIA, LUIS MOSCONI, ROBERTO VANNONI, SUSANA CIABURRI,
KARINA LOUSTAU, BEATRIZ CAPURRO, MIGUEL MARINI, GUSTAVO MAÑA, ARTURO FARA,
ISABEL PEREGO, JOSE ALFREDO PEREZ, SUSANA PEREGO, JOSE MAZZINI, NORMA
RODRIGUEZ, MARIA CRISTINA CARRERA, GERMAN BOGA, GUSTAVO PEREGO, FERNANDO BOGA,
SILVINA QUATEFAGES, PABLO GRECIO, NICOLAS Y FRANCO MEANA, MARTA IGLESIAS,
HECTOR MUÑOZ, ROBERTO BASSI, JULIO CANTORE, MABEL NARBONNE, JOSE BARBONA,
MARTA MORALES, CECILIA SESSA, CESAR MILONE, JUAN LAVORATO, ROSA PUSTILLI,
OESCAR PERONA, MOISES AZAR, CARLOS MENESES, ALBERTO LEMA, SILVINA CORSO,
ROBERTO AZAR, CECILIA DE CORSO, HERNAN PEREZ, OSVAKLDO MAGGI y OTROS FAMILIARES
DE CORSO.
Y hasta la próxima, amigos, cuando el super héroe de Caballito, su
verde capa y su verde corazón descubran otra de las injusticias que se ciñen
sobre el verde cielo de nuestro barrio.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga |
07-10-2004
INSTITUCIONAL - Juez Herrera IV
El Agente Verde, señoras y señores verdolagas, no vuelve. No
vuelve porque nunca se fue. Cuando el Superhéroe de Caballito
parece callado, silente, como perdido, es sólo porque se
guarece en las sombras al solo efecto de revelar las verdades
que otros quieren ocultar. En esta oportunidad, el motivo del
breve interludio en la faz de nuestro querido Ferro Carril Oeste
fue una ultrasecreta guardia en los Tribunales. Sí,
amigos del Oeste. El Super Agente, con su verde capa, su verde
traje y su verde corazón, pasó meses y meses oculto entre
expedientes, fojas, escritos judiciales y papeletas varias,
siempre detrás de su archienemigo, el juez en lo Comercial, su
Altísima Señoría, Rodolfo Herrera, otrora responsable del
concurso de acreedores y posterior quiebra de nuestra gloriosa
institución. El hombre del bigote, al que una cámara oculta
descubrió haciendo chanchaditas con nuestro patrimonio, hoy está
desesperado: sus superiores de la Cámara Comercial le quitaron
el caso Ferro, poniéndolo en evidencia como un magistrado
sospechoso; y ahora, el Consejo de la Magistratura lo suspendió
en el cargo, le prohibió regresar a su antiguo despacho y lo
mandó a enfrentar -dentro de unas semanitas- al Jurado de
Enjuiciamiento para que lo destituya. Los intentos del
riojano Jorge Yoma y de la salteña Lelia Chaya -integrantes del
Consejo de la Magistratura- para salvar al indefendible
catamarqueño Herrera, no fueron suficientes. Pero eso no es
todo. El jueves pasado, el Agente Verde fue testigo de un insólito
pedido de los abogados de Su Altísima Señoría: el doctor
Herrera pretende entrar a su juzgado para retirar unos
"papelitos" que necesita para armar mejor su defensa.
Apenas escuchó esto, el Superhéroe de Caballito se rascó la
cabeza, como solía hacer el Hombre Araña estampado a los
edificios, y volando como Superman corrió con el dato a la
autoridad correspondiente. El portero de los tribunales de
la avenida Callao ya está avisado. Señor Herrera, la
documentación que lo compromete quedarán allí dentro. Y el
Agente Verde lo seguirá a sol y a sombra
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga
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14-04-2004
INSTITUCIONAL - Juez Herrera III
El Agente Verde vuelve sin que lo llamen porque nunca, nadie, jamás ha
logrado echarlo de ninguna parte. Y vuelve con todo, dispuesto a hacer
justicia por mano propia. ¡Teman, saqueadores de nuestro querido Club
Ferro Carril Oeste! Porque el super-héroe de Caballito no descansa. Cuando no aparece en Ferroweb, es sólo porque está buscando la mejor manera de hacerlos escarmentar. Y la hora ha llegado.
Uno de los principales enemigos del Agente es, como no podría ser de otra manera, ese señor de bigotitos al que una cámara oculta desenmascaró negociando nuestro verdolaga porvenir con un -afortunadamente y para siempre- ex socio, llamado Aleardo Ectheverry. Otros todavía socios van a seguir sus pasos en busca de otro club; de ellos, como de otros cómplices del desastre en el que está Ferrito, vamos a ocuparnos más adelante. Su señoría, juez Nacional de Primera Instancia en lo Comercial, doctor Rodolfo Herrera, es su turno (siempre va a ser su turno para el super-héroe de Caballito).
Un juez en lo Criminal, Raúl Irigoyen, lo estaba investigando por múltiples delitos, como cohecho (coimas) e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Sin que el imputado lo supiera, el juez Irigoyen -un verdadero caballero- solicitó los servicios investigativos del Agente Verde, que, presto, buceó declaraciones juradas, registros, billeteras y demás escondrijos. Fue así que halló propiedades por un valor cercano a los 400 mil pesos, que dificilemente un magistrado de la Nación Argentina pueda adquirir con su sueldo corriente. Pero no sólo eso: las pesquisas del Superhéroe de Caballito derivaron en el patrimonio del hijo de Su Reverenciada Señoría Herrera.
-¿Le parece que es un testaferro? -le preguntó el juez Irigoyen al Agente Verde.
-Doctor, eso decídalo usted -respondió él. Porque, si bien sus poderes son verdaderamente sobrenaturales, al Agente no le gusta pecar de vanidoso.
Ocurre, también, que el campeador de la verdolaga capa está muy tranquilo porque sabe que Herrera, que todavía resiste en su despacho elucubrando sus últimas picardías, no va a terminar el año siendo juez. La Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura ya tiene en carpeta un dictamen para mandarlo a juicio político. Un Jurado de Enjuiciamiento se vestirá de verde de acá a unos meses para hacerle notar a este hombre de bigotitos que nunca debió haberse metido con el glorioso Ferro Carril Oeste.
Doctor Herrera, ese día el Agente Verde brindará por Usted.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga
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19-12-2003
INSTITUCIONAL - Organo Fiduciario
Una vez más, para todo el pueblo verdolaga, el Agente Verde -superhéroe de Caballito- rinde cuentas de sus porfiadas guardias en los Tribunales. Ya revelamos en exclusiva las trapisondas que Su Excelentísima Señoría, ese gran jurista catamarqueño Rodolfo Herrera, realiza para tratar de pasar desapercibido; ya revelamos, también, que sus superiores de la Cámara de Apelaciones en lo Comercial, preocupados porque tanta mugre los salpique, también están moviendo sus tentáculos. Pues bien, munido de su verde capa, su verde traje y su verde corazón, esta vez el Agente Verde logró repartirse en dos e infiltrarse en el juzgado de la reemplazante de esta pústula de maldad judicial, la Señora Jueza Margarita Braga, a cargo ahora de la quiebra de Ferrito, y en el del Señor juez de Instrucción en lo Criminal Raúl Irigoyen, de quien esperamos que meta preso a Herrera alguna vez.
Vayamos al grano. Su Señoría Braga tiene en mente remover a los miembros del órgano fiduciario, sospechados de haber mantenido una connivencia en lo que respecta a los contratos que no eran beneficiosos para el club, no habiendo manifestando por escrito ninguna oposición a estos y teniendo en cuenta la nula información de los mismos, para con los socios.
Ahora, incluso se baraja uno de los tres profesionales que entrarían
en su lugar: se trata de un conocido abogado, que ya intervino en el
fideicomiso de Racing Club de Avellaneda.
Mientras tanto, en el séptimo piso del Palacio de Justicia, el doctor
Irigoyen acumula algunas pruebas. Busca por todas partes. Alguien de su
juzgado, al reconocer al Agente Verde tras una columna, se le acercó y le
confió que por esa razón el día viernes 12 de diciembre, el juez mandó a
allanar las oficinas de Gerenciar S.A., del empresario Gustavo Mascardi. Concretamente, amigos, el juez penal está investigando ese contrato de
gerenciamiento del fútbol profesional. Pero Mascardi, casi tan veloz como
este superhéroe de Caballito, tiene una carta bajo la manga: admitiría que
se le fue un poquito la mano con el contrato y reformaría algunas cláusulas
a favor de Ferro.
Veremos que pasa. Cuando ocurra, el Agente Verde va a adelantarlo de
nuevo.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga
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12-12-2003
INSTITUCIONAL -
juez Herrera II
Amigos verdolagas, la debacle de Su Excelentísima Señoría, el doctor
Rodolfo Herrera, ha obligado al Agente Verde -el superhéroe de Caballito-
a redoblar sus esfuerzos en búsqueda de la verdad. Como el suscripto
adelantó la semana pasada, una sigilosa guardia entre las papeletas
tribunalicias nos permitió descubrir a este eminente funcionario de la
Justicia llegando muy temprano a su despacho, un día después de que
Telenoche Investiga lo mostrara en toda su impudicia, para llevarse de allí
documentación que podría comprometerlo aun más. Y esto, amigos del
Oeste, fue una primicia exclusiva de ferroweb, que los diarios anti Ferro
levantaron sin darnos el crédito. A propósito, el juez en lo Criminal que
investiga al bochornoso Dr. Herrera, el Dr. Raúl Irigoyen, ¿no debió
prevenir que el corrupto catamarqueño podía tener en mente hacer
desaparecer pruebas? ¿No debió haberse allanado su despacho? En fin, preguntas éstas que el Agente Verde no puede responder por el
momento. Por eso no ceja en su guardia, en el edificio de la avenida
Callao al 600 donde los traidores y los ladrones cuecen tantas habas.
Hete aquí, entonces, que el superhéroe de Caballito descubrió otra
cosa... Al parecer, el Dr. Herrera es un hombre poco apegado a la ley, pero
temeroso del escarnio público. Noticieros de TV mediante, su repudiable
rostro se ha vuelto conocido en el mundillo judicial y entre otras
personas, como los "jodidos hinchas de Ferro" a los que él teme. Por esta
razón, aparentemente para pasar desapercibido y ante la sospecha de que
alguien le aplique el uppercut que merece, el corrupto catamarqueño ha
cambiado su fisonomía: recortó levemente sus bigotes y recortó casi al
ras sus cabellos entrecanos.
Pero ustedes, los amigos del Agente Verde, ya están avisados. Ese que
parece Rodolfo Herrera, es efectivamente Rodolfo Herrera... !Todos
contra él!
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga |
09-12-2003
INSTITUCIONAL -
juez Herrera
Las vacaciones del Agente Verde, señoras y señores verdolagas, han
terminado: es momento de hacer justicia y este superhéroe de Caballito
se ha vuelto a calzar su verde capa, su verde traje y comienza a
sobrevolar la figura de los malignos que quieren hacerle daño a nuestra querida
institución. Pero pierdan cuidado, burócratas de la calle Viamonte,
poderosos magnates televisivos, tristes soplapitos con dificultades de
visión: todavía no es el turno de ustedes. En primer lugar voy a
ocuparme de Rodolfo Herrera, titular (no por mucho tiempo más) del Juzgado
Nacional en lo Comercial Número 3.
Desde que el suscripto le batió a "Telenoche Investiga" el dato que
mostró al siniestro magistrado en toda su impudicia, el Agente Verde
le encomendó a sus colaboradores montar una sigilosa pero pertinaz
guardia en el sexto piso de la avenida Callao 635, del ascensor hacia la derecha.
Allí tiene el doctor Herrera montado su aguantadero; por allí suelen
desfilar mercachifles en búsqueda de negocios sucios, como ese traidor
con bigotes que dice ser hincha de Ferro y sólo quiere robarle dinero al
club.
Desde que se difundió la famosa cámara oculta, el miércoles 3 de
diciembre, Su Señoría no había vuelto a su despacho.
Camuflados entre los expedientes, entonces, los leales amigos del
Agente esperaron, esperaron y esperaron. Y lo vieron: a las 7 de la mañana
del viernes 5, cuando ese edificio anexo de Tribunales está vacío, Herrera
-sin traje, de pantalón oscuro y camisa- tomó el ascensor hasta el sexto.
Su gesto, serio y demacrado, parecía evidenciar una noche difícil. El
hombre entró a su despacho, que abrió con su propia llave, y pasó allí
dentro unos 20 minutos. Cuando salió, lo hizo con una pila de papeles,
papeletas y documentos judiciales.
¿Qué se llevó el juez de su corrupta cueva? ¿Pruebas que lo pueden
comprometer y que temía fueran halladas por el juez de Instrucción en
lo Criminal Raúl Irigoyen, quien ya lo está investigando por delitos
varios y podría allanarle el juzgado? ¿Acaso fue a esa hora de la mañana porque
temía cruzarse con alguien? Preguntas, estas, que el Agente Verde no
puede contestar por el momento.
Pero cuidado, Su señoría; Usted sí debe estar alerta. El Agente Verde
no es sólo un superhéroe implacable de Caballito que va a perseguirlo hasta
donde haga falta. También podría ser uno de esos socios "muy jodidos"
que, dijo Usted sin saber que lo estaban filmando, tiene Ferro. Y eso
podría resultarle mucho peor.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga |
04-04-2003 FUTBOL -
Luis "Pupi" Salmerón
Hoy, amigos, las novedades están
adelante. No, no es que el Agente Verde se haya sometido a una
cirugía para embellecer su busto; me refiero a los atacantes
del equipo. Hace un buen tiempo, realizar estas pesquisa me
hubiera obligado a caminar un poco los pasillos del club y
pagarle uno que otro café a los lenguasueltas de siempre. Pero
ahora, dada la situación de público y triste conocimiento,
para estar bien informado debo gastar las baldosas del edificio
de la ex Cucha Cucha; luego tomarme el colectivo 5 y pegarme una
vueltita por Tribunales y, finalmente, perseguir a los siempre
inquietos colaboradores de Gustavo Mascardi, que es -en
definitiva- el que corta, pincha y reparte los bocaditos.
Pero, en fin, no es momento para quejas. Vamos a lo importante:
hay un delantero que se va de Ferro y uno que viene a Ferro.
La cosa es así. El que se va es uno tan querido como
cuestionado. Nunca terminó de convertirse en goleador-goleador,
como se esperaba, pero la tribuna lo quiere porque deja todo en
la cancha. Pelado, cordobés y de 21 años recién cumplidos, el
año pasado tuvo una oferta para ir a probarse a un club del
exterior (Hungría) que él mismo desechó. Es, quién si no,
Luis Angel Pupi Salmerón.
Resulta que hay un mercachifle de futbolistas que quiere
especializarse en el tráfico de piernas al Lejano Oriente. Y
este hombre, cuyo nombre no puedo revelar en esta ocasión, cree
que un jugador como el Pupi, que no es un crack, podría andar
bien por esas tierras… “Vos sabés cómo es esto, Agente…
Es peladito, simpático… Llega a clavar un golcito y la gente
se va a entusiasmar”, me dijo este baratijero. En ese país al
que quiere llevarlo ya anduvieron algunos argentinos, como
Walter Perazzo y “Pachorra” Smaldone, siempre muy recordado
por nosotros por el gol de cabeza que nos hizo el año pasado en
el Bajo Flores. Se trata de Corea del Sur, nada menos,
aparentemente un club a definir. Ahí, parece, podría irse
nuestro Pupi Salmerón.
Ahora bien, Mascardi tiene en mente reemplazarlo con un jugador
que, aunque no tiene las mismas características, porque
también puede desempeñarse como enganche, cuenta con buenos
antecedentes. Se llama Gonzalo Román Del Bono, tiene 23 años y
juega actualmente en Atlético Rafaela, el club de la ciudad en
la que nació y en el cual desarrolló toda su carrera. En el
Ascenso lleva jugados 116 partidos y 34 goles. No es una
maravilla, pero…
El tal Del Bono estuvo a prueba en River
en 1999 y no gustó demasiado; se había fijado un préstamo de
100 mil dólares. Lo llevó -quién si no- Gustavo Mascardi, que
ahora quiere promocionarlo un poco más. Un dato adicional: en
Rafaela está sin contrato y apunto de quedar libre con el pase
en su poder. Ahí ganó la primera rueda de la presente B
Nacional y está desesperado por ser transferido a una
institución más importante.
Los tendré informados.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga
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10-03-2003 FUTBOL - CHRISITAN
TULA
La semana pasada, amigos, me vi en la obligación de alertar a la opinión pública verdolaga acerca de las negociaciones entabladas por nuestro respetado Ibrahim "Boa" Sekagya con clubes de Inglaterra y Suiza; primicia mundial que, por cierto, fue rápidamente levantada por otros medios, a los que desde ya agradecemos. Siguiendo con esta sacrosanta misión de esclarecimiento en pos de la verdad, el Agente Verde advierte ahora: el Negro no es el único defensor de Ferro que podría irse del club al final del torneo.
Efectivamente, hay otro zaguero, tal vez el más querido por nuestra hinchada, que va a cambiar de camiseta. Gustavo Mascardi, virtual mandamás del fútbol del club, tiene una idea fija: colocarlo nada menos que en River Plate, como en 1994 hizo con Roberto Fabián Ayala, hoy capitán de la Selección.
Esto le serviría a Mascardi para, aparte de cobrar una linda cifra, reposicionarse en el mercado local y en la entidad de Núñez, donde de un tiempo a esta parte sus acciones cayeron casi tan vertiginosamente como nosotros en el Fútbol de Ascenso. River tiene hoy tres zagueros principales: Martín Demichelis, ya vendido al Bayern Munich; Horacio Ameli, que viene de muchos altibajos en su carrera, y Máximo Lucas, un juvenil que apenas debutó en Primera. Necesita alguien de experiencia y, por supuesto, categoría.
¿Qué defensor de Ferro reúne esas dos características? Claro, nuestro querido Cristian Tula, más conocido como Tulita. Posee presencia en el área, velocidad para cortar, un más que aceptable manejo de pelota, cabecea bien…
Como los lectores de este sitio saben, el Agente Verde nunca permanece inmóvil ante la eventualidad de una novedad que afecte a la familia verdolaga, como en este caso. Así fue que días pasados me reuní con un directivo de River, cuyo nombre debo mantener en reserva, en un coqueto bar ubicado justo enfrente del estadio que nos viera campeones hace casi dos décadas. Y allí ese dirigente me comentó, concretamente, que Mascardi les hizo una oferta puntual por el pase de nuestro capitán. Tasación: 700 mil dólares.
"Eso es mucha plata, Agente Verde", me dijo con tono descreído el miembro de la CD riverplatense, entre sorbido y sorbido de su café cortado. Pero también me admitió que quedaron con Mascardi en seguir hablando, porque la transferencia les interesa de verdad. En síntesis, todo va a depender de los vaivenes de River en la Copa Libertadores y en el Torneo Clausura. Pero la posibilidad de que Tula pase de Ferro a River les interesa.
Lo que es un misterio, y será precisado en próximas entregas, es cómo e repartiría el dinero de esta transferencia. Sacando comisiones y generosidades varias, ¿cuánto le quedaría a Ferro?
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga |
03-03-2003 FUTBOL - IBRAHIM SEKAGYA
La información que presenta en la ocasión viene desde muy lejos. Trata sobre una de las figuras de nuestro equipo: Ibrahim "La Boa" Sekagya. Nadie lo sabe, pero el Negro -aquí está la noticia- planea emigrar rumbo al continente europeo, donde le prometieron un salario más jugoso que los modestos 600 dólares mensuales, sin contar premios ni horas extras, que con absoluta justicia percibe de las alicaídas arcas de nuestra institución, hoy en manos ajenas. Las ofertas que Sekagya maneja por el momento son dos: el West Ham United Football Club, de la Premier Ligue inglesa, y el Football Club Lugano, de la primera división suiza.
Efectivamente, a fines del año pasado Ibrahim tomó un vuelo regular Buenos Aires-Frankfurt-El Cairo-Kampala, de la compañía alemana Lufthansa, para disfrutar unos días junto a su familia paterna en la convulsionada capital ugandesa. El Agente Verde, que estaba recolectando en Medio Oriente una información vital sobre el paso fugaz de Oscar Garré por el Hapoel Kfar Saba israelí, lo esperaba de regreso en el aeropuerto de Egipto con el sano fin de compartir con "La Boa" el viaje de regreso a la Argentina. Sin embargo, el escurridizo Negro cambió imprevistamente de recorrido: en vez de presentarse en la fecha convenida, se desvió con rumbo a Londres. El Agente Verde había sido madrugado por Albrieux Giacommo, representante de estrellas del fútbol africano, acostumbrado a esta clase de maniobras furtivas e indecorosas.
De todos modos, lejos de perderlos de vista, el Agente Verde pudo reconstruir sus pasos. Una mañana de la primera quincena de enero, Sekagya y Giacommo se dirigieron a las oficinas de Boleyn Ground, sede del West Ham FC, a reunirse con las autoridades de dicho club. Previamente les habían hecho llegar una cinta del partido Uganda 1-Ghana 0, disputado el año pasado por las eliminatorias de la Copa Africa, y algunas imágenes de nuestro querido Ferrito.
La gente del West Ham miró el video con atención. Primero se concentraron en las dificultades del jugador número 3 de camiseta verde para evitar que sus centro-shots desembocaran necesariamente en la tribuna. Pero luego Ibrahim tuvo oportunidad de hablar de lo suyo: su deseo de percibir un salario importante en libras esterlinas; los directivos del West Ham quedaron en responderle, cosa que hasta el momento sucedió. Días más tarde, cuando el Agente Verde estaba por alcanzar a "La Boa" en el aeropuerto internacional de Heathrow, él y su representante volvieron a hacer una brusca finta y se desplazaron hasta Suiza. El Lugano, segundo club con el que mantuvieron conversaciones, actualmente marcha en la segunda colocación de la liga de ese bonito país.
Sekagya, en síntesis, desea progresar económicamente y probar suerte en la primera división argentina o en algún torneo europeo. Informaciones que el Agente Verde recogió en Uganda señalan que Sande Mayanja, manager general del Kampala City Council, club de origen de nuestro querido Ibrahim, habló con "La Boa" y éste le manifestó que la operación con el West Ham estaba muy cerca de concretarse. ¿Se va, entoces, Ibrahim Sekagya de Ferro? Los lectores de esta columna serán los primeros en enterarse.
El Agente Verde, servidor semioculto de la Causa Verdolaga |
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